El proceso de injerto capilar se lleva a cabo utilizando folículos extraídos principalmente desde el área de la nuca, denominada zona donante. Los folículos capilares existentes en esta área son menos susceptibles a la testosterona y a otras afecciones que causan la pérdida de cabello. Por este motivo, no se caen aunque se implanten en otras áreas del cuerpo.
Lo importante aquí es que estos folículos capilares se extraen sin dañarse y permanecen bajo una solución salina hasta que se implantan en el área deseada, sin sufrir ningún tipo de alteración que pueda dañarlos.
El buen resultado del trasplante de cabello se determina por la cantidad de injertos vivos y sanos que logran ser trasplantados. Para alcanzar un resultado óptimo, se debe seguir al pie de la letra el programa postoperatorio. De esta manera, es posible asegurar un resultado permanente y garantizado.